Te despiertas a altas horas de la madrugada... Sin saber el por qué.
Solo ves que algo se refleja en tu espejo.
Llamaradas, un linea que va de un lado a otro de la calle.
Escuchas gritos de auxilio, gente llorando a gritos del dolor.
Empiezas a sudar, piensas que el desquiciado que causó eso anda por ahí.
Empiezas a tener miedo por el hecho, tratas de calmarte.
Tomas un cigarrillo, una cerveza y entras en aquella sensación de calma.
La suficiente como para ir a tu sótano y esconder mucho mejor la gasolina y tu lanzallamas.
Vuelves a tu cuarto y te recuestas tranquilamente, ya sabes que no andas suelto por las calles.
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