En mi sala tan tristemente adornada como mi
real manera de ser, me encuentro intentando escribir algo desde la tarde de ayer.
Sintiéndome así ya tengo tiempo, incluso desde
antes de conocerte.
Esta noche es diferente debido a que me di
cuenta que al igual que peras con manzanas sumar no puedes, pasa lo mismo con
estar triste e intentar escribir algo alegre.
Tratar de escribir mi ahogo aún no sé a qué se
debe.
Ni siquiera sé donde me ahogo o en qué me ahogo
pero, eso sí, a amores malos no se debe.
No es por desamores, de amor no siempre tiene
que sufrir aquel quien triste se siente. Sólo una falacia malentendida por
parte de lectores que sólo entienden lo que quieren.
“Lo dejó sólo y suicidarse
decidió éste.”
Veamos si leemos como si fuésemos el escritor y no un simple
lector que cómo cualquier aficionado lee y un crítico ya se cree.
Pues esta historia de mí no trata, pero mis
sentimientos que aún no comprendo logro drenar tranquilamente.
Una prosa barata y corta con rimas de bachiller.
Una prosa barata y corta con rimas de bachiller.
Una prosa triste, una rosa muerta, un desamor
ajeno que decidí escribir por amor a aquello que no comprendo, no me ha pasado
y que no siento ni veo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario